Encontrando mi estilo propio

Encontrando mi estilo propio

Hace algunos años, en la década de mis 20, cuando comenzaba mi práctica profesional me enfrenté a la difícil tarea que teníamos las mujeres de tallas grandes para usar ropa acorde a la etapa laboral. Cuando era una universitaria, las prendas que más usaba eran jeans y camisetas básicas con stretch. En ese entonces me servía una talla 16 en la parte inferior y una XL en la superior. Por cierto, recuerdo que los jeans eran descaderados y casi nunca me cerraban fácil debido a que soy caderona y acumulo más grasa en la parte baja del abdomen (bueno, y en otras partes del cuerpo pero esta es una que siempre sobresale).

En realidad nunca había usado camisas con botones, blusas con diseños, con manga 3/4, faldas ni mucho menos vestidos. Estas últimas prendas eran algo impensable para mí.

A mis solo 21 años tuve que migrar mi estilo a un estilo SEÑORERO. Si, así como lo lees, en plenos 21 añitos. La empresa en la que trabajaba mi madre, que por cierto es diseñadora de modas, tenía prendas hasta la talla 18 y yo me acomodaba gracias a Dios. Si les soy sincera, me sorprendo al ver esta foto de mi cumpleaños #21, ya que lo único que puedo ver es a una señora digamos que de más de 35 años, para no herir susceptibilidades. En ese entonces lo pensaba así, ahora no, tengo 32 y me siento en plena juventud.

Fui muy afortunada porque me iba organizada al trabajo pero mantenía en la planta de producción (por cierto, soy ingeniera biológica aunque ahora me dedico a mi propia marca de ropa) y siempre llegaba en las mañanas, me quitaba las botas o los tacones, las aretas, la chaqueta y me ponía unas botas platineras, una gorra, recogía mi cabello y usaba una bata de laboratorio. En ese momento sí me sentía YO completamente. Me despojaba de todas esas prendas y accesorios que no iban acorde a mi personalidad.

Pasan los años y termino adaptando mi estilo a ese..."el estilo señorero". Ahora digo "¡Qué tragedia!", pero bueno, eso es lo que había y antes debía agradecer que tenía la posibilidad de tener ropa en mi talla y diseñada por mi madre. 

La historia sigue igual hasta más o menos los 29 años cuando decido, después de las mil vueltas que dio mi vida en la parte profesional, lanzarme a tener mi propia marca. Yo decía que iba a ser una marca de tallas grandes JUVENIL pero no se imaginan con lo que me topé en ese entonces con la primera colección...

Les cuento que fueron 10 referencias de blusas, pues era lo que yo más usaba. ¡Se los puedo jurar!: yo veía las blusas juveniles y quise diseñarlas en conjunto con mi madre de esa manera porque estaba cansada de todo lo que usaba. Sin embargo, mis primeras clientas fueron las señoras mayores de 42 años. Pensé para mí misma: hay algo que no estás haciendo del todo bien y tienes que investigar. Así fue y el comentario que más me llegaba era que blusas estaban muy señoreras...Obvio, me sentí mal. Yo, Catalina, me había vestido casi 8 años de la misma forma y lo que me parecía juvenil a mí, en realidad no lo era....literal era una viejita en el cuerpo de una treintañera.

De ahí en adelante ha sido todo un proceso. Yo ya pasé por lo que muchas apenas están pasando. Para mí estaba prohibido mostrar piernas, las cuales eran traslucidas por no recibir sol en años. Un vestido no lo concebía en mi mente, un estampado grande menos y ni hablar de los colores claros o de mostrar los brazos. Pero creo que ya se han dado cuenta que eso ha cambiado a lo largo de estos 3 años mi marca. 

Nunca había plasmado eso que viví iniciando mis 20´s. Solo quería que de verdad comprendieran que ustedes no son el estilo que les impusieron las pocas marcas que hacían prendas en tallas grandes, ustedes son algo más. No tengan miedo a atreverse a cambiar su forma de vestir, su forma de verse. Todo eso vale la pena.

Con áttika solo quiero aportar un granito de arena en ese proceso y que sepas que puedes tener tu propio estilo....si, el tuyo PROPIO; y que una vez lo descubras, siempre vas a impactar en cualquier parte a la que llegues.

 

¡Déjanos ser parte de ese cambio en tu vida!

 

Con amor,

 

Catalina Mejía

Creadora

 

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